Jesús y los días finales

Jesús y los días finales
esperando que se arrepientan

viernes, 27 de agosto de 2010

Versiculos contra la avaricia


MATEO.

6:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
6:21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
6:31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 
6:32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

8:20 Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.

MARCOS.

4:18 Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra,
4:19 pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.

6:7 Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos.
6:8 Y les mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente bordón; ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto,
6:9 sino que calzasen sandalias, y no vistiesen dos túnicas.

7:21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,
7:22 os hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.



LUCAS.


12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
12:20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?
12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

18:24 Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
18:25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
18:28 Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido.
  


HECHOS.

3:1 Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.
3:2 Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.
3:3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.
3:4 Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos.
3:5 Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.
3:6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
3:7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos;
3:8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
3:9 Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios.

8:17 Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.  
8:18 Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero,  
8:19 diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo.
8:20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.  
8:21 No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.
8:22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón;
8:23 porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.

14:22 confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.


20:33 Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado.
20:34 Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido.
20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
20:36 Cuando hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos ellos.




1:28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;
1:29 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;

8:35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?


1 CORINTIOS
  
4:11 Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija.
4:12 Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos.
4:13 Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos.
  
GÁLATAS

1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.

 FILIPENSES

4:11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
4:12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.


COLOSENSES.


3:4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
3:5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
3:6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,


1 TESALONICENSES.

2:5 Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo;
2:6 ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.
2:9 Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios.

  
1 TIMOTEO 6.

6:7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
6:8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
6:9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
6:11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre
6:17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.  
6:18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;  
6:19 atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.



5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
9 No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas.

SANTIAGO.

2:2 Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso,
2:3 y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado;
2:4 ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?
2:5 Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?


4:2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
4:3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

5:1 ¡Vamos ahora, oh ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán.
5:2 Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla.
5:3 Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros.

2 DE PEDRO.

2:1 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.
2:2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado,
2:3 y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.
2:10 y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores,
2:14 Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición.
2:15 Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad,
2:18Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error.

  
1 DE JUAN.

2:15  No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
2:16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
2:17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
  

DEUTERONOMIO.


18:20 El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá.  
18:21 Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?;  
18:22 si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.
  

1 DE REYES.


3:11 Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio,  
3:12 he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.



2 DE CRÓNICAS.

1:11 Entonces Dios dijo a Salomón: Porque esto ha estado en tu corazón, y no has pedido riquezas, ni posesiones, ni gloria, ni la vida de los que te aborrecen, ni tampoco has pedido muchos años, sino que has pedido para ti sabiduría y conocimiento para gobernar a mi pueblo sobre el cual te he constituido rey,

 JOB

20:5 Que la alegría de los malos es breve, Y el gozo del impío por un momento?
20:15 Devoró riquezas, pero las vomitará; De su vientre las sacará Dios.


 SALMOS


10:2 Con arrogancia el malo persigue al pobre; Será atrapado en los artificios que ha ideado.
10:3 Porque el malo se jacta del deseo de su alma, Bendice al codicioso, y desprecia a Jehová.


39:6 Ciertamente como una sombra es el hombre; Ciertamente en vano se afana; Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.

49:6 Los que confían en sus bienes, Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan,
49:7Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, Ni dar a Dios su rescate

49:10 Pues verá que aun los sabios mueren; Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio, Y dejan a otros sus riquezas.

52:6 Verán los justos, y temerán; Se reirán de él, diciendo:
52:7 He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, Sino que confió en la multitud de sus riquezas, Y se mantuvo en su maldad.

62:10 No confiéis en la violencia, Ni en la rapiña; no os envanezcáis; Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.

73:12 He aquí estos impíos, Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.

119:14 Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza
119:36 Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia.
119:72 Mejor me es la ley de tu boca Que millares de oro y plata.


PROVERBIOS.

1:18 Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas, Y a sus almas tienden lazo.
1:19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, La cual quita la vida de sus poseedores.

1:30 Ni quisieron mi consejo, Y menospreciaron toda reprensión mía,
1:31 Comerán del fruto de su camino, Y serán hastiados de sus propios consejos.
1:32 Porque el desvío de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará a perder;

11:3 La integridad de los rectos los encaminará; Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos.
11:4 No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; Mas la justicia librará de muerte.
11:28 El que confía en sus riquezas caerá; Mas los justos reverdecerán como ramas.

21:5 Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.
21:6 Amontonar tesoros con lengua mentirosa Es aliento fugaz de aquellos que buscan la muerte.
22:1 De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, Y la buena fama más que la plata y el oro.
22:16 El que oprime al pobre para aumentar sus ganancias, O que da al rico, ciertamente se empobrecerá.


23:3 No codicies sus manjares delicados, Porque es pan engañoso.
23:4 No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste.  
23:5 ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas Como alas de águila, y volarán al cielo.
23:6 No comas pan con el avaro, Ni codicies sus manjares;


23:17 No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo;

27:24 Porque las riquezas no duran para siempre; ¿Y será la corona para perpetuas generaciones?

28:11 El hombre rico es sabio en su propia opinión; Mas el pobre entendido lo escudriña.

30:7 Dos cosas te he demandado; No me las niegues antes que muera:  
30:8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario;  
30:9 No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.




10 El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.
13 Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal;
14 las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les queda en la mano.

ISAÍAS


55:1 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.
55:2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.
55:3 Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.

JEREMÍAS



6:13 Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores.
6:14 Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.

8:10 Por tanto, daré a otros sus mujeres, y sus campos a quienes los conquisten; porque desde el más pequeño hasta el más grande cada uno sigue la avaricia; desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen engaño.

17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
17:10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
17:11 Como la perdiz que cubre lo que no puso, es el que injustamente amontona riquezas; en la mitad de sus días las dejará, y en su postrimería será insensato.

22:17 Mas tus ojos y tu corazón no son sino para tu avaricia, y para derramar sangre inocente, y para opresión y para hacer agravio.

23:16 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová.  
23:17 Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros.

EZEQUIEL

22:12 Precio recibieron en ti para derramar sangre; interés y usura tomaste, y a tus prójimos defraudaste con violencia; te olvidaste de mí, dice Jehová el Señor.
22:13 Y he aquí que batí mis manos a causa de tu avaricia que cometiste, y a causa de la sangre que derramaste en medio de ti.
22:14 ¿Estará firme tu corazón? ¿Serán fuertes tus manos en los días en que yo proceda contra ti? Yo Jehová he hablado, y lo haré.

33:31 Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como pueblo mío, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia.  
33:32 Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra.


HABACUC


2:9 ¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal!
3:17 Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales;
3:18 Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.

sábado, 21 de agosto de 2010

Cristianos de los últimos tiempos

Cristianos oscilantes del Espíritu Santo


Veo a muchos de los cristianos de los últimos tiempos que una vez fueron amadores de Dios, encaminándose al naufragio por su obsesivo amor al placer. Aquellos que aman a Dios no encuentran placer ni en las drogas, ni en la relaciones sexuales ilícitas, ni en el alcohol, ni en el tabaco, ni en las obscenidades. Y el diablo sabe esto. La mayor parte de estos placeres carnales ofende al cristiano y causa repulsión en él. Veo a millares de cristianos sentados en teatros y cines y frente al televisor exponiéndose a influencias degradantes que antes aborrecían. Estos no se han entregado a ningún pecado en particular, pero se han acomodado muy bien a su afición a las películas picarescas, a las fiestas muy concurridas, a las reuniones sociales, y a saborear el vino. Estos cristianos aman a Dios realmente, pero aman todavía más sus placeres. En realidad no son pecadores delante de Dios — sólo desconocidos para él. Se han vuelto tan ocupados oscilando y procurando vivir una vida cristiana liberada y sin compromiso, que han cambiado drásticamente, sin saber en qué se han convertido.
El súbito rapto de los cristianos desde la tierra tomará a muchos de ellos desprevenidos. Se han vuelto callejeros socializados que están poco en casa y que no pueden encontrar una hora para hablar con Dios en una recamara aislada para oración.
Yo veo el pecado del fruto como el mal empleo del tiempo libre. Esto no tiene que ver nada con una oportunidad de pasarse unos días de vacaciones. No es el tiempo que se emplea en un viaje turístico por Europa o por Tierra Santa. No es una excursión de caza o de pesca. No son las horas pasadas cabalgando sobre la marejadas en un acuaplano, ni deslizándose sobre patines acuáticos, ni paseando en bote o a caballo. Todas estas cosas son lícitas y buenas en sí mismas. Yo estoy refiriéndome a todo el tiempo que se pierde. El tiempo que tiene uno para sí mismo, para elegir que hacer con él. Tiempo que pudiera ser empleado para leer la Palabra de Dios. Tiempo que pudiera pasarse en el cuarto secreto hablándole al Padre Celestial.

Veo a Satanás venir de nuevo para acusar al cristiano de lo últimos tiempos:

¡Mira al cristiano de estos últimos tiempos, enviciado con la televisión! Míralo – horas y horas dedicadas a las telenovelas, las series, deportes, noticias, programas nefastos de entretenimiento – pero no tiene tiempo para estar a solas con Dios.
Este cristiano desconecta a Dios con un interruptor. Va de caza, de pesca, de viaje, de compras, juega al tenis, golf , fútbol y al baloncesto. Va al cine y a las fiestas, y se ha vuelto callejero y social, pero no tiene tiempo para leer su Biblia u orar. ¿No es éste el cristiano de los últimos tiempos, que se supone que camine por la fe? ¿No es éste aquel cuya fe vencerá al mundo? ¿No es éste aquel que va a prepararse para los días de persecución y de caos mundial que vienen? ¿son estos cristianos buscaplaceres sobre los cuales el fin del mundo va a caer?

El mayor pecado del futuro contra Dios no el deshonrar el cuerpo, satisfacer la carne, ni siquiera blasfemar su Nombre. El pecado más grande contra Dios ahora es simplemente ignorarlo a él, en un día y una época en que él está llamando tan claramente. Veo una evolución irónica. Los cristianos de estos últimos tiempos, que viven tan cerca el retorno de Cristo que los primitivos cristianos, pasan el menor tiempo de todos en su presencia.
El mensaje del juicio que viene y del retorno de Jesucristo no será comprendido por tantos cristianos, por la misma razón que por el mensaje y la sentencia pendiente no penetraron hasta el corazón de la generación de Noé – porque estaban tan enamorados del placer de comprar, vender, plantar, casándose, divorciándose teniendo relaciones, etcétera.


Fragmento del libro La Visión de David Wilkerson, editorial VIDA

viernes, 20 de agosto de 2010

La Visión, profecía de los días finales

Y Jehová dijo a Satanás: ¿De dónde has venido? Satanás contestó: De rodear la tierra y de observar a los postreros cristianos. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a estos cristianos de los últimos tiempos ­– cuán consagrados, cuán rectos, cuán íntegros, cuán temerosos de Dios y amantes de Cristo son?
¿Y cómo tratan de apartarse de tus perversos enredos?
Entonces Satanás respondió a Jehová: sí, pero quita nada más el vallado con que los has rodeado. Job no renegaba de ti en su pobreza—pero solamente multiplica los bienes de todos los postreros cristianos y bendícelos mucho para allá de todo lo que Job tuvo jamás, y luego miro lo que ocurre. Haz a todo estos postreros cristianos opulentos como Job. Constrúyeles elegantes casas nuevas, dales automóviles y camionetas finos y de lujo, todo el dinero y computadoras, teléfonos celulares, internet, televisión, juegos y todos los artefactos que necesiten. Abrúmalos con equipo de acampar, lanchas, viajes por el mundo, ropa fina, visitas a tiendas departamentales, comidas exóticas, propiedades de tierras, cuentas de ahorro, tarjetas de crédito, membresías a clubes privados. Observa lo que les ocurre a tus cristianos de los últimos tiempos cuando se lleguen a repletar, a enriquecer, cuando vean incrementados sus bienes, y no tengan necesidad de nada. Abandonarán a Dios y se volverán autosuficientes.}

Y cómo los automóviles, la ropa buena, las motocicletas y toda clase de bienes materiales llegan a ser, para los cristianos, un impedimento mayor que las drogas, el sexo o el alcohol. Veo a miles de cristianos apegados a las cosas materiales y obsesionados por ellas. Se hallan tan envueltos en las cosas materiales, que se vuelven tibios, obcecados, débiles y espiritualmente desnudos. Aun estando en medio de todo su materialismo, son desventurados, miserables y totalmente descontentos.

En mi visión veo a Satanás parado atrás y riéndose alegremente.

¡Mira a todos los cristianos que se vuelven locos por el dinero-- a todos los que amontonan buena ropa! ¡Atacados por la manía de la seguridad! ¡Haciendo montones de dinero! ¡Comprando todos los muebles nuevos! ¡Adquiriendo camionetas más grandes! ¡Comprando dos o tres de ellas! ¡Comprando, plantando, vendiendo, casándose, y divorciándose!  Esto arruinó a la generación de Lot. Y te arruinará a ti también.

Fíjate como todos esos cristianos que reciben buenos sueldos, que viven una vida cómoda, que acostumbran comer bien, se vuelven perezosos, tibios, y llegan a ser presa fácil. Oh Dios –derrama prosperidad sobre ellos. Les está llegando a muchos de ellos y está haciendo más fácil mi trabajo

El Dios que es dueño del ganado de un millar de colinas no quiere nada de lo que el hombre posee. Ni su casa, ni su carro, ni sus ropas, ni su lancha, ni su televisión de cable, ni su teléfono celular, ni sus tarjetas de crédito. Él tan sólo quiere tener el primer lugar en el corazón de aquellos que se llaman a sí mismos por su Santo Nombre.