Jesús y los días finales

Jesús y los días finales
esperando que se arrepientan

viernes, 20 de agosto de 2010

La Visión, profecía de los días finales

Y Jehová dijo a Satanás: ¿De dónde has venido? Satanás contestó: De rodear la tierra y de observar a los postreros cristianos. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a estos cristianos de los últimos tiempos ­– cuán consagrados, cuán rectos, cuán íntegros, cuán temerosos de Dios y amantes de Cristo son?
¿Y cómo tratan de apartarse de tus perversos enredos?
Entonces Satanás respondió a Jehová: sí, pero quita nada más el vallado con que los has rodeado. Job no renegaba de ti en su pobreza—pero solamente multiplica los bienes de todos los postreros cristianos y bendícelos mucho para allá de todo lo que Job tuvo jamás, y luego miro lo que ocurre. Haz a todo estos postreros cristianos opulentos como Job. Constrúyeles elegantes casas nuevas, dales automóviles y camionetas finos y de lujo, todo el dinero y computadoras, teléfonos celulares, internet, televisión, juegos y todos los artefactos que necesiten. Abrúmalos con equipo de acampar, lanchas, viajes por el mundo, ropa fina, visitas a tiendas departamentales, comidas exóticas, propiedades de tierras, cuentas de ahorro, tarjetas de crédito, membresías a clubes privados. Observa lo que les ocurre a tus cristianos de los últimos tiempos cuando se lleguen a repletar, a enriquecer, cuando vean incrementados sus bienes, y no tengan necesidad de nada. Abandonarán a Dios y se volverán autosuficientes.}

Y cómo los automóviles, la ropa buena, las motocicletas y toda clase de bienes materiales llegan a ser, para los cristianos, un impedimento mayor que las drogas, el sexo o el alcohol. Veo a miles de cristianos apegados a las cosas materiales y obsesionados por ellas. Se hallan tan envueltos en las cosas materiales, que se vuelven tibios, obcecados, débiles y espiritualmente desnudos. Aun estando en medio de todo su materialismo, son desventurados, miserables y totalmente descontentos.

En mi visión veo a Satanás parado atrás y riéndose alegremente.

¡Mira a todos los cristianos que se vuelven locos por el dinero-- a todos los que amontonan buena ropa! ¡Atacados por la manía de la seguridad! ¡Haciendo montones de dinero! ¡Comprando todos los muebles nuevos! ¡Adquiriendo camionetas más grandes! ¡Comprando dos o tres de ellas! ¡Comprando, plantando, vendiendo, casándose, y divorciándose!  Esto arruinó a la generación de Lot. Y te arruinará a ti también.

Fíjate como todos esos cristianos que reciben buenos sueldos, que viven una vida cómoda, que acostumbran comer bien, se vuelven perezosos, tibios, y llegan a ser presa fácil. Oh Dios –derrama prosperidad sobre ellos. Les está llegando a muchos de ellos y está haciendo más fácil mi trabajo

El Dios que es dueño del ganado de un millar de colinas no quiere nada de lo que el hombre posee. Ni su casa, ni su carro, ni sus ropas, ni su lancha, ni su televisión de cable, ni su teléfono celular, ni sus tarjetas de crédito. Él tan sólo quiere tener el primer lugar en el corazón de aquellos que se llaman a sí mismos por su Santo Nombre.



1 comentario:

  1. Una aterradora profecía de los días finales del mundo, que ha comenzado a manifestarse ya en la actualidad

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